BAF Belles Arts Festival
BAF Belles Arts Festival
Sala Apolo, Barcelona
19 y 20 de diciembre de 2007
Fieles a su cita, como cada año, el BAF hizo su aparición en el Apolo. De nuevo dos citas consecutivas para calentar esos fríos días de invierno preludio de esas fiestas familiares con sobredosis alimentaría. Para quien no conozca el origen del BAF aquí va su propia definición e historia: “En 1991 un colectivo de artistas, diseñadores y músicos de la facultad de bellas artes de Barcelona decidieron juntar en un mismo espacio artes musicales, plásticas y escénicas. Crearon así el Belles Arts Festival (BAF). Fue innovador y uno de los primeros festivales de la ciudad condal. En sus primeros años el festival se celebraba en lo que eran lugares alternativos como hangares, talleres de artistas y naves industriales. Siempre transformando el espacio dotándolo de acción y contenido. Más tarde tuvo lugar en diferentes clubes de la ciudad hasta instalarse indefinidamente en la Sala Apolo donde se sigue celebrando cada año en el mes de diciembre. El BAF es un festival multidisciplinar y un momento de encuentro lúdico. Es escenario de nuevas propuestas musicales y teatrales, mantiene un público fiel y aunque es un festival pequeño tiene una gran acogida mediática. Es una cita anual en Barcelona que no se puede dejar escapar. Y nosotros no lo hicimos. Fueron dos días con programaron diversa y con diferente resultado. El miércoles 19 Ea! abrieron el festival, y a pesar de estaba anunciado a una hora tan impopular como las 20:00, la cola para entrar era importante. El concierto empezó aproximadamente media hora más tarde, pero es que la sala estaba casi repleta de un público ávido de escuchar sus canciones. Esto certificaba que la mayoría no venía solo por Pata Negra, sino también por ver a ese grupo andaluz que cuenta por aquí con muchos fans. Ese cuarteto fundacional formado por Pilar “La Mónica”, Juan José Madrera, Carlos Rey y Nacho Vallejo, a los que se les ha ido incorporando algún nuevo componente y que ha contribuido a darles más consistencia, venían presentando su nuevo CD, Un i verso (Eamusica, 2007), editado y distribuido por ellos mismos. Pero no faltaron canciones de toda su carrera. Pilar cantó con todo su saber esas canciones de tono sureño, que con letras vitales suenan cercanas, amigables, entran con facilidad y que aquí ya son de dominio popular. A destacar esa rumba con el nombre de la ciudad, Barnay que el público coreo con ganas. La verdad es que dejaron el listón bien alto para los “5J’s” de la noche. Y aparecieron Rafael Amador y sus chicos y volvieron a repetir lo que hace algo más de un año hicieron en ese mismo escenario. Canciones memorables pero sin una continuidad del espectáculo. Intermedios interminables para afinar guitarras o vaya usted a saber para qué, pero que rompían el encanto de oír temas como Yo me quedo en Sevilla, Camarón o el Blues de los Niños. Y no se puede decir que Rafael esté en baja forma, pero tampoco lo contrario. Al final el público les perdonó casi todo en relación al show, pero su corta actuación se despidió con una considerable bronca. Y el día siguiente fueron los catalanes Smoking Stones los que abrieron el festival, aunque se notó una gran diferencia con el día anterior, era la misma hora y solo había un 10% del aforo. Eso no fue obstáculo para que estos clones de los Rolling Stones se marcaran un repertorio de clásicos, además con gran calidad en la ejecución, movimientos del cantante incluidos. Quien no los disfrutó fue porque no quiso. Tras ellos los numerosos Calima tomaron el escenario. Hacía escasamente un mes que ellos solos habían llenado esa misma sala y muchos eran los que repetían. Son buenos y lo saben. Tienen un show potente, quizá les falte acabar de matizar detalles en los arreglos de vientos y violín, pero para ellos tocar en Barcelona les asegura un público cómplice que a la vez los hace crecerse. Fue otro disfrute. Y para cerrar la banda de La Garriga, Martingala. Rumba, cumbia, reggae, funky, samba, swing,… con letras certeras y con el buen fin de hacerte mover el cuerpo y, por qué no, la cabeza. Llegaron presentando las canciones de ese nuevo disco Mondo Idiota a punto de editar y al que le deseamos la mejor suerte. Si tenemos que ser críticos con ellos diríamos que aún le falta esa chispa que los haga sobresalir del resto de formaciones que tienen propuestas parecidas. De hecho más de una vez lo hemos dicho, Martín Showarma tiene una originalidad especial cuando sale de su batería y se pone a cantar, quien sabe si un día se decide a dar el paso y eso explota. Y no querría olvidarme de los Dj’s Tony000, Txarnego y Konguito que no dejaron ni un segundo sin música esta fiesta que esperamos y deseamos se sigan celebrando muchos años. // Miguel Amorós