Alfonso Vilallonga

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - Alfonso Vilallonga Alfonso Vilallonga
"Libérame"
K Industria, 2009

 Vuelve el bardo, vuelve el atemporal Vilallonga con sus locuras, con sus poemas, con su manera tan peculiar de hablar de nuestro tiempo que es como no hablar de nada mientras pasamos el rato rimando lo cuotidiano con lo abstracto. Viene cargado de guitarras, Pau Figueres, Jordi Bonell y él mismo, con el bajo de Jordi Gaspar són muchas cuerdas y las canciones lo agradecen, sea en ambientes más clásicos como Pluma azul, o en swingeantes retazos cercanos al country de Paisajes equivocados con unos coros sencillamente geniales. En otros casos dejan que sea Bonell (uno de los guitarristas de jazz más respetados en nuestro país) quien se encargue de ejercer de segunda voz con esos solos tan deliciosos, como Antes o Libérame, tema que da título al disco y que con la delicia de esas cuerdas y la elegancia de los versos se convierte en un tema que va ganando a cada escucha. Baila hasta el fin del amor, otra vez las guitarras en esa perfecta armonización se erigen en protagonistas, pero ahora el acordeón de Roman Cottwald le da ese aire cabaretero que caracteriza la producción de Vilallonga, vuelve a insistir en Dale lilas a Dalila, ahora ya solo acordeón y voz, para mi el juego de palabras me resulta un poco cargante, es la única canción que no me convence. En cambio en Lo que nos une vuelve a enamorarme, esa combinación de acordeón, sierra y de nuevo la guitarra de Bonell, hacen que el tres por cuatro me levante del sofá y me envuelva entre gasas de otros tiempos. Vuelve el cabaret lunático en Si me dejas, el vals pasado de revoluciones o como demonios pueda definirse ese ritmo frenético, pero sostenido, mientras sigue combinando imágenes "tocándote un glissando montado en un iceberg" o quien "te cortará en punta las uñas de los pies", para terminar nos vamos hacia el país vecino, Los amantes de Madam unas divertidas escenas sobre el mundo de Madam y ahora con Alfonso Vilallonga al piano y regreso de las cuerdas clásicas (violín, violoncelo i viola) y además cantado en francés La derniere Chanson, toda una delicatessen que te deja con las ganas de volver a empezar con aquel Vengo de lejos del principio, quiero escuchar otra vez la sierra de Cotwwald que se mete entre las tres guitarras mientras la voz de Vilallonga sueña con pasados que nunca volverán. Muy bonito, prohibido acercarse los hombres duros, podrían enternecerse.www.alfonsovilallonga.com // Candido Querol