17ª Fira Mediterrània de Manresa

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17ª Fira Mediterrània de Manresa
Manresa. 9 al 12 de octubre de 2014

El jueves, a las nueve de la noche, las autoridades, los músicos y promotores, la prensa y demás participantes de la Fira Mediterrània de Manresa, se encontraban con el resto del público, en la nueva carpa de La Taverna, y empezaba la fiesta de inauguración de la edición número 17 del evento. Una verdadera verbena popular, como quería el propio Joan Garriga organizador del espectáculo. Todo partía de la Revetlla Mediterrània que su grupo La Troba Kung-Fú, ya había presentado este verano en el Festival Grec de Barcelona, junto a la Unió Musical d’Alaquàs. Si bien había un sentimiento de recuerdo cariñoso, y doloroso por su desaparición, hacia quien debía haber sido el verdadero protagonista de la fiesta, Peret. La incorporación de los niños y las personas mayores, que se habían preparado para actuar junto a él, en la Revetlla de esa noche, potenció el homenaje que la Fira Mediterrània y todos sus asistentes, desde los profesionales hasta los espectadores, le rendían con su recuerdo.

 

Empezaba la fiesta de forma descentralizada, con la gran carpa, absolutamente llena. Mientras en un rincón miembros de la banda valenciana interpretaban temas como El Padrino, en otro, el propio Joan Garriga cantaba con la guitarra y junto al público que le rodeaba, Les Rondas del vi. Desde el escenario, la percusión llamó a la Unió Musical d’Alaquàs al completo, que desde el fondo del espacio, en formación de Moros y Cristianos subió al mismo, donde atacaron La vida es bella, y donde se incorporaron ya todos los integrantes de La Troba Kung-Fú, en una mezcla en algunos momentos brillante, con temas como un Paquito el Chocolatero compartido, con toques de rumba; y en otros de una emoción difícilmente contenida, cuando los representantes de los barrios de Manresa salieron a escena cantando los temas de Peret, El mig amic, o el Borriquito, que interpretaron los más pequeños, aunque, desgraciadamente no pudieran hacerlo con el Maestro.

No eran estas las únicas actuaciones de la primera noche de la Fira, porque en otros lugares se presentaban propuestas tan interesantes como el VII Concurs Sons de la Mediterrània, que ganó el grupo de Puçol, Mox; o la programación Humus que se desarrollaba en D’Arrel un pequeño espacio gastronómico donde pudimos ver al cantante calabrés Piero Pesce; el espectáculo  Cançò Fugaç, de Corrandes són corrandes, en el que los textos se iban improvisando en el momento; y especialmente al grupo Amar Mendé formado por cuatro músicos de nuestro país, que acompañan a Oyuna Baturova una cantante de origen siberiano con una extraordinaria voz, y que presentaban un repertorio basado en músicas tradicionales de diversos países; y que acabaron, de forma apoteósica, con el conocido tema ruso Kalinka que todos hemos oído alguna vez, mezclado con Bella Ciao que tantos recuerdos trae.

Empezamos el viernes, nosotros, que no la Fira, viendo a Gemma Humet y Toni Xuclà en uno de los espectáculos más destacados. Presentaban el disco Amb música ho escoltaries potser millor (con música puede que lo oirías mejor) un compendio de poesías, principalmente de Salvador Espriu, que, también en su mayoría, han musicado ellos mismos. La guitarra de Toni Xuclà acompañaba, y eso es muy de agradecer en un músico tan virtuoso en su instrumento, sin ningún tipo de alarde, con una sobriedad perfecta, siempre al servicio de la canción y nunca al de su posible lucimiento, a la espléndida voz de Gemma Humet, de timbre cálido, con una dicción perfecta y unos recursos interpretativos impecables que ella adapta en cada momento a las necesidades de los temas.

Luego fueron los portugueses Toques de Caramulo los que actuando en La Taverna, intentaban, de forma infructuosa que los espectadores bailaran con sus ritmos más o menos actualizados de las músicas de la Serra do Caramulo, hasta que les falló el sonido, bajaron del escenario y cantaron junto al público, que se lo agradeció con sus aplausos. En El Sielu estaba el cantautor sardo Paolo Angeli con el instrumento creado por él, mitad guitarra, mitad violoncelo, con cables y añadidos que le dan un aspecto casi irreal pero del que nosotros no supimos ver todo su potencial.

Así hasta llegar a la actuación de Dulce Pontes. La cantante portuguesa dividió su recital en dos partes, correspondientes a cada uno de los dos cedés que conforman Puertos de abrigo, su nuevo trabajo discográfico. Una primera más cercana al fado, que gustó al público que no llenaba el teatro Kursaal donde actuaba, y una segunda con temas en castellano, italiano y francés que ella interpretó con esa pomposidad y teatralidad que muchas veces da a sus actuaciones. Una puesta en escena muy cuidada y unos músicos de calidad completaron su presencia en la Fira, que no tuvo más trascendencia.

La iaia actuaba en Manresa con la Cobla Bisbal Jove en su espectáculo XXL. Una unión de músicos de dos estilos distintos de cierto interés, pero lastrada, de alguna manera, por las posibilidades musicales de la banda pop.

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - 17ª Fira Mediterrània de ManresaComo en otra punta del espectro, Eliseo Parra apareció en el escenario solo, acompañándose con diferentes elementos de percusión (pandereta, pandero cuadrado, sartén, almirez…) y así, casi a capela, comenzó un recital que nos volvió a reconfortar con la música, como lo habían hecho antes Gemma Humet y Toni Xuclá. Cuando Eliseo Parra tenía ya al público en el bolsillo, con la sala llena y con gente que se había tenido que quedar fuera, comentó que no le gustaba la soledad e invitó a escena a sus dos acompañantes del recital, el multiinstrumentista de viento Xavi Lozano y el guitarrista Pau Figueres, al que había conocido, explicó, en la misma Fira, hacía unos años, cuando participaba él mismo en Lo Riu, junto a Miquel Gil y Lidia Pujol. Un guitarrista que demostró por qué está considerado en este momento entre los mejores, pese a su juventud; y unos excelentes vientos nada ortodoxos, pues pudimos ver tocar desde un tubo corrugado a una muleta, ¡pasando por una valla de obras de la calle! Eliseo Parra presentaba algunos de los temas de su nuevo trabajo que publicará en breve, en cuento pueda lograr la financiación que está consiguiendo a través de mecenazgo público (¡cómo está la música del país…!), sin por ello dejar de interpretar algunos de sus antiguas canciones, como la preciosa jota El silenci d’estimar (el silencio de amar) que, explicó, compuso a escondidas de sus compañeros, cuando era hippie en Ibiza. Una actuación que se convirtió en otro de los mejores momentos de la Fira.

Y detrás de Eliseo Parra, Kepa Junquera, en este caso en La Taverna. Nos gustó mucho más el espectáculo que ofreció en Vic, lo mejor del Mercado de la Música Viva, para nosotros, porque en Manresa compartía escenario con cuatro de sus txalapartaris de Sorginak (en Vic eran siete) y con el cantante local Amadeu Rosell y el grupo Tururut Bonaigua que no ayudaban en exceso a potenciar la actuación. El lugar tampoco era el más adecuado, y a pesar de que las txalapartaris en el último tema bajaron entre el público y lograron formar una cadena de bailarines considerable que subieron hasta el escenario, el propio Kepa Junquera en un gesto que solo se pueden permitir artistas como él, al acabar su actuación dijo que otro día, todos aquellos que demostraban su falta de respeto por lo que ocurría en el escenario, riendo, hablando fuerte y haciendo ruido, se fueran a tomar unos potes a otro sitio y dejaran a los músicos hacer su trabajo de la mejor manera, porque con ellos de fondo había sido muy difícil poderse concentrar. Un aplauso de los que reivindicamos que la música se va a escuchar y no a utilizarla como fondo de hilo musical mientras hablamos con los amigos.

El sábado empezamos, al mediodía, con la actuación de Celeste Alías y su Celesta Canta Antonio  Machín en una plaza, sobre una alfombra, y con un público tomando aperitivos en los bares que rodeaban el escenario. Al acabar hablamos con ella y con los músicos comentando el hecho del ruido y el ambiente que se respiraba, pero ellos nos los justificaron por lo festivo de su actuación. A nosotros nos gustó más oírlos, este verano, en una sala con gente respetuoso, en el festival Atempo dJazz de Palafolls, donde sí pudimos disfrutar de sus magníficas versiones de las canciones del cantante cubano.

Ya por la tarde Toumani Diabaté junto a su hijo Sidiki Diabaté llenaron el Teatro del Conservatorio para ofrecernos otra de sus tremendas actuaciones, con la kora deleitando a los que la conocían y sorprendiendo a los que la oían por primera vez, tanto por su especial sonoridad, como por las melodías y escalas que producen estos artistas.

En La Taverna simultáneamente, otra de las propuestas más interesantes de la Fira, FolkMus. La unión de diez músicos de cinco nacionalidades, Italia, Portugal, Grecia, Estonia y Catalunya que, aportando cada uno de ellos parte de su tradición y folclore, lograron una simbiosis de estilos absolutamente recomendable. La segunda vez que se unen artistas de diferentes nacionalidades en un proyecto creado por Erasmo Treglia en el que cambian los componentes del grupo, pero no la intención de conseguir un ensamblaje de alta calidad e interés.

El flamenco estaba presente en Manresa de la mano de Pere Martínez, otro de los cantantes de ese estilo surgido en Catalunya. Una voz muy a tener en cuenta que se presentó con guitarra, percusión y la agradable sorpresa del violoncelista cubano Martín Meléndez que fue protagonista de algunos de los momentos, desde el punto de vista del acompañamiento, más interesantes del recital.

yH5BAEAAAAALAAAAAABAAEAAAIBRAA7 - 17ª Fira Mediterrània de ManresaUn clásico de la Fira es El Pont d’Arcalís que presentaban nuevo disco a punto de publicar, y del que obsequiaron a los asistentes con un cedé con algunos de los temas. Una formación consolidada que no sorprende a nadie, siendo este aspecto, a la vez, una de sus virtudes y, puede, uno de sus hándicaps.

Después en La Taverna, noche dedicada al baile, que inauguraron el grupo ibicenco de Es Revetlers y que continuaron, Brunzit y los gascones La Forcelle, durante casi cuatro horas.

Otra actuación muy esperada era la de los Derviches Giróvagos de Damasco que ofrecieron sus cantos y sus bailes religiosos, más cercanos a la espiritualidad que a la música, estrictamente hablando.

Y acabamos el día con otra de las actuaciones absolutamente imprescindibles. El violoncelista Redi Hasa, desde Albania, y la cantante Maria Mazzotta, desde el Salento italiano, nos ofrecieron una actuación memorable, con sus temas mezcla de sus folclores de procedencia; con un violoncelo midi, con multitud de pedaleras y loops, pero utilizados no como puros efectos, sino con sentido dentro de los temas; y una voz de técnica absolutamente extraordinaria, a la que se unía una sensibilidad exquisita, tanto en las canciones con más ritmo, como en las más melódicas, logrando una perfecta unión entre ellos que entusiasmó a un público que no les dejaba abandonar el escenario.

El domingo, Comediants presentaba un espectáculo de aire familiar apoyándose en la música de la Orquestrina Trama, una formación que ya conocíamos, de integrantes muy jóvenes, dos violines, dos acordeones diatónicas, vientos, contrabajo y batería, que confirmaron la sensación de fiesta y diversión que ya nos habían dado en otras ocasiones.

También la música estaba presente en el espectáculo circense de la Cía Proyecto Otradnoie esta vez entre electrónica y eléctrica, de estridencia buscada, mientras una actriz acróbata colgada de su pelo (sí, sí, ¡de su pelo!) evolucionaba en escena.

Dos propuestas más redondearon nuestro día. El coro femenino Actea hacía una ortodoxa revisión del repertorio Beatles, con arreglos muy interesantes algunos, mejorables otros; con unas voces de conjunto más que correctas, por encima de las solistas; y con una coreografía que a veces daba la sensación de condicionar las interpretaciones.

Llegaba la clausura del festival de la mano de la Cobla Catalana dels Sons Essencials que dirige Marcel Casellas, que cuenta con una decena de miembros, entre los que destaca la cantante Heura Gaya, y que tienen una idea entre la música de fiesta y de baile, pero con unas raíces folclóricas evidentes. En esta ocasión contaron con tres invitados especiales, la Unió Musical del Bages un conjunto intergeneracional de más de cuarenta miembros que tocaron al final del concierto; Miquel Gil que se desplazó desde las tierras valencianas para cantarnos su precioso L’amor és Déu amb barca (el amor es Dios con barca) basado en un poema de Enric Casasses; y la reivindicativa canción Lladres que Al Tall, hizo sobre la batalla de Almansa; y especialmente, por el formato del concierto, la intervención del saxofonista Llibert Fortuny que con su saxo y su Ewi el instrumento de viento electrónico que, como nos dijo al final del concierto: «no te l’acabas mai» (no te lo acabas nunca), tocó dos temas, basados en melodías de La Patum de Berga, ejerciendo, en algún momento, de hombre orquesta al ir superponiendo sonidos hasta llegar a una complejidad espectacular, como siempre son todas sus presencias en directo.

Acababa aquí la Fira. A la salida, estuvimos hablando con David Ibáñez, el director artístico del evento. Un David Ibáñez ya relajado, después del sufrimiento, según nos confesó, por las posibles lluvias, al final casi simbólicas, afortunadamente; y satisfecho por el resultado de esta edición que presentaba varios retos importantes, como el cambio de fechas; el de algunas ubicaciones; así como la apuesta, cada vez más firme, por la cultura popular entendida como algo vivo y cercano a la gente. Una satisfacción que los asistentes a la 17ª Fira Mediterrània de Manresa, tanto público como profesionales, compartían totalmente. + Info | Texto y Fotos:  Federico Francesch | DESAFINADO RADIO