Zakir Hussain & Masters of Persussion

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46º Voll-Damm Festival Internacional Jazz Barcelona
Sala Barts, Barcelona, 29 de octubre 2014

No trates de ser un maestro. Solo intenta ser un buen estudiante y así te ira bien”. Dicen que este fue el consejo que recibió Zakir Hussain de su padre, Ustad Alla Rakha, el gran maestro de tabla que acompañó a Ravi Shankar durante veinticinco años. Ahora ese título de mejor tablista del mundo le corresponde a él, aunque fiel al consejo, siempre afirma que lo suyo es un aprendizaje continuo. Aunque cualquiera que lo haya visto sabe que toca la tabla con un virtuosismo impresionante, además lo hace con una facilidad y simpatía que te atrapa. Y en esta nueva ocasión, lo volvió a hacer.
Si repasamos un poco la historia diremos que Zakir es un gran embajador de la música india, pero siempre ha tenido una mirada hacia el exterior para cumplir con esa máxima de seguir aprendiendo. Memorables han sido sus colaboraciones con John McLaughlin en el grupo Shakti primero y con Remember Shakti después. O con Mickey Hart, batería de Grateful Dead e investigador musical, o con Santana, Herbie Hancock, Bela Fleck y muchos más.
En está ocasión el concierto dentro del festival de jazz se anunciaba como Zakir Hussain junto a los Masters of Percussion y eso nos permitió ver al maestro en otra faceta diferente a sus anteriores visitas.
El concierto empezó con Vijay S. Chavan con el dholki (similar al dhol, o sea tambor cilíndrico que se golpea por ambos lados, pero que se toca con las manos, a diferencia del dhol que se golpea con dos palos de madera) y con Abbos Kosimov con la doyra (tambor de marco de Uzbekistán, de la familia de los bodhrán irlandeses o los bendir turcos) que se marcaron una especie de introducción hasta que aparecieron Sabir Khan con el sarangi (instrumento de cuerda muy rico en armonías que se toca con un arco, similar al violín, pero con numerosas cuerdas que suenan por simpatía) y Zakir con su tabla. Ellos dos solos estuvieron casi cuarenta minutos tocando, donde hubieron grandes momentos de dialogo entre ambos instrumentos, también espacio para el lucimiento individual con autentica pirotecnia en sus manos o ambientes de relajación melódica.
Al acabar entró de nuevo el dholki que se enfrascó en una “conversación” espectacular con las tablas de Zakir. A continuación apareció entre el público Deepak Bhatt con el dhol, dio un solo admirable y tomó su sitió. Apareció entonces Rakesh Chaurasia (sobrino del gran Hariprasad Chaurasia) con el bansuri (flauta de bambú) que hizo lo propio, o sea una demostración encantadora de su virtuosismo con el instrumento y luego interactuó con Zakir y sus tablas. En escena solo faltaba Abbos Kosimov que al salir hizo auténticos malabarismos sonoros tocando hasta tres doyras a la vez, impresionante. Cuando acabó y con los seis músicos ya en el escenario, Zakir quiso recordar a su gran amigo y músico U. Srivinas que nos dejó el pasado septiembre. A partir de ahí, fue un prodigioso dialogo a seis músicos donde hubo de todo. un colosal rondo de instrumentos donde cada uno tenía su momento para “hablar” y el resto le respondían o espacio para que todos combinaran juntos su maestría. Es cierto que Zakir fue el centro desde donde rotaron todos los músicos, pero supo ceder inteligentemente el protagonismo a cada uno de ellos en los momentos adecuados. Fue un autentico recital de ritmo y armonía, un lujo para los oídos.
Como él mismo dice con la humildad y modestia que le caracterizan: “yo solo soy una pequeña parte del espectáculo” y aún cuando le preguntan sobre su impresionante trabajo con las tablas, se atreve a decir a pesar de llevar más de sesenta años tocándolas y maravillándonos: “la tabla es un animal que aún no he explorado a fondo”. Genio y figura. +Info | Relacionados | Miguel Amorós.