Vinicio Capossela
Después de triunfar hace un par de años en el festival Cruïlla Bcn, el muy ecléctico músico italiano Vinicio Capossela nos visitó de nuevo para compartir con nosotros las canciones de Marinai, profeti e balene (La Cúpa / Resistencia , 2012), su nueva obra. En una sala llena hasta los topes, con notoria presencia de italianos, Capossela nos ofreció dos horas de música en las que desarrolló un soberbio espectáculo (porque en este caso sí se puede hablar de espectáculo) basado en el concepto y los temas de este nuevo trabajo, que ha recogido buenas críticas y numerosos premios por doquier. Bien es verdad que en la parte final se desmadró y que, para alboroto y desmelene de los presentes que bailaron de lo lindo, interpretó rancheras y chachachás, cantó a Adriano Celentano o Renato Carosone, y nos llevó al éxtasis final con Che coss’è l’amor, coreado por todos los presentes. Este «anarcopolifónico», tal y como se autodefine, nos recuerda a Tom Waits, Lou Reed o Peter Gabriel, según la ocasión, pero nunca deja de sonar como una propuesta única. Y aparece en el escenario con una cuidada escenografía, hasta el punto que los músicos interpretaron todo el repertorio dentro del simulado esqueleto de una gran ballena blanca, esqueleto que se abre y se cierra en función del ritmo de la canción. Capossela, por su parte, alternó su actuación entre el mencionado habitáculo y la proa de un velero del siglo XVII, además de presentarse vestido de sirena o de pulpo y de colocarse su sempiterno gorro napoleónico. Su discurso también fue variopinto, pues pasó de Leviatán a los olvidados, de la prima de riesgo al seny y la rauxa, para acabar aclarando la duda de hacia dónde señala el dedo de la estatua barcelonesa de Cristóbal Colón. Cachondo y socarrón, Capossela dijo que señala al Poble Sec, precisamente el barrio donde se encuentra la sala en la que tuvo lugar su incomparable actuación. www.viniciocapossela.it | Relacionados | Josep Maria Meseguer