Robyn Hitchcock

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Robyn Hitchcock
Apolo, Barcelona. 19 de junio de 2013.

Los cronistas musicales a veces nos podemos permitir la nostalgia, no suelo acudir a conciertos de músicos que no sigo en la actualidad, pero el caso del inglés era diferente. Por diversos motivos nunca había podido escucharlo en directo, así pues me acerqué a la sala del Paralelo, más por nostalgia que no por descubrir nada nuevo. Para la ocasión el amigo Hitchcock venía acompañado de antiguos militantes de R.E.M. Peter Buck, Bill Rieflen y Scott MacCaughey. Aun que se supone que viene a presentar su último trabajo, Love from London, recientemente editado, al salir el solo al escenario armado de guitarra y armónica, me imagino que va a acercarse a Bob Dylan, a quien homenajeo en 2002 con su  Robin Sings, se trata de un tema corto, precioso donde deja claro su compromiso personal con las canciones. De golpe ya está toda la banda en escena. El inglés está con ganas de divertirse y además de comunicar, con un español aprendido a base de rodar por el mundo, nos va soltando retazos de frases e ideas que se le ocurren sobre la marcha. Van apareciendo canciones viejas y me siento como si fuese finales del siglo pasado, Mexican god de aquel maravilloso Jewels for Sophia, algún tema de mi adorado Element of  Light nada menos que del 86, oh Dios que recuerdos. Debo reconocer que toda la noche eche en falta los coros de Los Egyptians o de sus compañeros de Soft Boys, tampoco el sonido era el deseado, pero bueno estamos en 2013, y tengo delante de mí uno de los tipos que mejores momentos musicales me ha dado, disfrutémoslo. Amenaza con cerrar y todos sabemos que no es cierto, si estuviese en el circo del R & Roll por dinero habría abandonado hace tiempo. Sale sólo con la guitarra y la armónica y nos suelta un Visions of Johanna que haría sonreír al mismo Dylan. Hace falta ser muy grande para homenajear a alguien que sigue vivo y reconocer que le debes algo. De golpe toda la banda y ahora el homenaje es para la Velvet Underground. No se conforman y arrancan con un temazo de psicodelia y ahora no necesitan pensar en nadie, solo en ellos, sus guitarras y sus historias, más que suficiente. Vuelve cuando quieras. + inforelacionados | Candido Querol