Réquiem a Enrique Morente
49 Voll-damm Festival Internacional de Jazz de Barcelona. BARTS 13 de diciembre de 2017
Hacía siete años de la muerte del maestro Enrique Morente, y el Taller de Músics quiso celebrarlo a lo grande, casi cincuenta músicos encima del escenario para rendirle homenaje en dos partes bien diferenciadas. Alegoría, con su hijo Kiki Morente y el onubense Arcángel a las voces y al toque, el guitarrista estrella de la casa, Juan Gómez “Chicuelo”. Quiso empezar sólo Kiki, repasando algunas de las más emblemáticas letras de su padre, sigue Chicuelo demostrando que puede ser un gran concertista (aunque el técnico debió haber bajado los golpes de percusión en la madera) se le unió Arcángel, que sin duda alguna se ha ido haciendo un hueco entre las máximas figuras del cante actual. La malagueña y la seguiriya dejaron muy alto el listón y convencieron a los flamencos que no venían por la segunda parte. Una segunda parte impresionante. Con Juan Albert Amargós en la dirección salieron a escena “viejas glorias” del taller que siguen representando el mejor jazz actual, como Sergi Vergés, Ramón Cardó “Sebo”, Marc Miralta, otros más jóvenes que lideran proyectos de nueva generación, Santi de La Rubia, Martí Serra, Fernando Brox, Carola Ortiz, Andrea Motis, David Domónguez, Julián Sánchez así hasta 22 músicos que formaban una big band clásica, junto a ArsInNova, la coral dirigida por Marc Cíaz Callau, llenaban con aspecto imponente un escenario que homenajeaba a un músico que sin duda ha pasado a la historia sin restringirse al flamenco, así lo demuestran las revisiones que se hacen con su Omega. En esta segunda parte, Réquiem, el compositor Joan Díaz había preparado ocho temas, con letras muy bien escogidas por Manuel Forcano y con cuatro voces jóvenes que las hicieron suyas, Paula Domínguez, Pere Martínez, Arcángel y Kiki Morente. Kiki hace la introducción con un poema de Mario Benedetti un Kyrie Eleison de Manuel Forcano con la voz de Pere Martínez, Luego vino una letra muy emotiva, Coplas de la amistad de Lluis Cabrera (tenía a Lluis delante y era un poema mirar su expresión) Si no confías en mí, ¿a que me voy a agarrar? ¿al borde de un precipicio o al hedor de un muladar? La empezó Arcángel, se le unió Paula Domínguez y con el violín de Joel Bardolet y la guitarra de Marc López crearon un ambiente místico. Los sueños malos (Antonio Machado) que maravilla, sólo la voz de Paula Domínguez, el piano de Joan Díaz y el contrabajo de Toño de Miguel y aquí en este momento uno comprende que la magia de Morente también está aquí, porque al igual que Machado, el cantaor granaino era un espíritu libre que no puede tener un solo dueño. Tristes guerras (Miguel Hernández) magistral la entrada de Miralta con esa libertad del que sabe lo que quiere, con todas las voces de fondo y un mini solo de Ramón Cardó, completado con el saxo de De la Rubia que un servidor agradeció y asumiendo la tristeza de la poesía de Hernández, la voz desgarrada y rompedora de Pere Martínez (enorme) que sigue también con Fuera del mundo (Jorge Guillen) recordándome mucho su manera de cantar en ese proyecto suyo tan recomendable (Aurora) Faltaba Alberti (Canción 8) y fue Paula Domínguez la encargada de recordarnos al gaditano, entre la copla y el fado un aire íntimo con pellizcos de violín y el contrabajo de Toño De Miguel la voz de Paula estuvo perfecta y Joan Díez le dio magia al incorporar el sonido de un teclado de los que se tocan al soplar con una goma de plástico, libertad Morentina qué duda cabe. Si faltaba un poeta, era Federico, Si muero dejad el balcón abierto. Las dos baterías, Miralta y David Domínguez ejerciendo de palmeros, las voces de los cuatro cantaores que han vuelto a juntarse para la traca final, de nuevo un espacio para De la rubia y Cardó y por encima del cielo con un grito que tanto esta arriba como abajo en la tierra Pere Martínez. + info | relacionados Fotografia.: Maud Sophie Andrieux