Javier Ruibal / Pensión Triana
Javier Ruibal. “Pensión Triana”
18 Chulos Records, 2010
¡Buenas noticias! Se reedita Pension Triana, el memorable disco de Javier Ruibal y en un formato que le hace justicia.
Era 1993 y por aquel entonces era muy difícil encontrar los discos que este trovador, poeta y cantautor gaditano había grabado hasta ese momento. Así que Paco Lucena, que entonces era su manager, le propuso grabar uno de sus directos con el fin de recopilar su obra. Javier aceptó. La grabación se haría en los estudios Sonoland de Madrid como si de un concierto se tratara. Javier llamó algunos de sus músicos preferidos, tuvieron unos días previos de ensayo y finalmente y en dos sesiones, los días 19 y 29 de diciembre, se grabó el disco con una pequeña cantidad de público formado por amigos. El repertorio se extrajo de Duna (Hispavox, 1983), Cuerpo Celeste (Ariola, 1986) y La Piel de Sara (Ariola, 1989), sus tres primeros discos, más algunos temas nuevos. Tiempo después Pensión Triana se ha convertido en su disco más vendido y en el más reconocido.
Curiosamente la historia se repite y actualmente resulta difícil encontrar ese emblemático disco. Así que celebrando su quinceavo aniversario, se produce está reedición pero en un formato especialmente atractivo y con todo lujo en el diseño.
Para Javier se trata del disco más querido de toda su carrera, para la prensa especializada es uno de los discos esenciales de la historia de la música de este país y modestamente diré que, para el que esto suscribe, se trata de uno de esos discos imprescindibles, de aquellos que eliges para llevarte a esa mítica isla desierta.
Que mejor entonces que reeditarlo como se merece, en un disco-libro con más de 80 paginas ilustrado con los dibujos y pinturas de Santos de Veracruz (el músico de los pinceles de Muchachito Bombo Infierno). Además de las artísticas y admirables ilustraciones de Santos, también se incluyen las letras y partituras de cada canción, escritas a mano por Javier. Asimismo algunas recetas (de Javier) mostrando lo que se puede comer en esa “pensión” y textos de algunos de los “privilegiados” que estuvieron en la grabación del disco como Javier Krahe, Pedro Guerra, Luis Pastor, Miguel Ríos o Gabino Diego.
A pesar de que los temas procedían de discos diferentes e incluyan seis temas nuevos, todo el cd tiene un halo de obra conceptual y logra eso que paradójicamente a veces es tan difícil “que sea un disco redondo”. Musicalmente se reflejan tres “mundos”, por un lado la tradición árabe, por otro la conexión con Centroamérica y el Caribe y por último los ritmos de África. Y es que Javier parte del flamenco y de la tradición andaluza para construir una música con identidad propia, de raíz y fronteriza. Lo suyo son como pequeños cuentos imaginarios que resultan muy fácil de visualizar, que te emocionan y a la vez te hacen reflexionar.
El hecho de haberlo grabado en directo sin sobreproducciones, tal y como sonó, fue todo un acierto y le insufló encanto y a la vez fuerza. Claro que los músicos que acudieron a su llamada generosamente tuvieron mucho que ver. Chano Domínguez (piano), Jorge Pardo (saxos y flautas), John Parsons (guitarra eléctrica), Antonio Toledo (guitarra acústica),Luis Dulzaides (percusiones), Marcelo Fuentes (bajo), Martirio y Gemma Corredera (coros), Guillermo Mc Gill (cajón y percusiones) y Carlos Carli (batería) fue la banda que adornó como nunca las composiciones del gaditano, y se nota que lo disfrutaron.
El disco empieza con unos tímidos aplausos que la “reducida y selecta” audiencia dio para dar calor a Javier y a su banda. Después suena una intro de escalofrió con el piano de Chano atacando la Gnossienne # 1 de Eric Satié y Javier arrancándose valientemente a cantar una letra que se acopla como un guante a esa maravillosa música. “Y quien no da la vida por un sueño” canta en esta La Flor de Estambul. En cuanto acaba, entra la banda y suena Guadalquivir un homenaje a ese rió y sus mensajes ocultos, Antonio Toledo lo borda con la guitarra acústica y Javier nos pone la piel de gallina con una exhibición de ese poderío vocal en esos jaleos “ieo ieo ieo” que te llegan muy adentro. Y llega La Dama De La Isla rompiendo esquemas de belleza tanto poética como musicalmente. Los sugestivos coros agrandan aún más la canción. Tu Sonrisa seguida de Y La Noche Fuera ya te deja sentimental como un flan. Una advertencia, hay fans de Javier que le han confesado que con esta última canción han conquistado a sus parejas. Mientras que las siguientes La Canción del Gitano y La Gloria de Manhattan marcan uno de los puntos rítmicos más altos de está gran obra. Aquí suena aquello de “Y qué me estás contando myfriend a mi de tu bahía, si yo soy de la Isla, mira tu que arte y que alegría”. Esto nos lleva a una de las canciones más bonitas de Javier (a mi gusto, claro) Agualuna, escucharla y ya me diréis, música y texto son especiales individualmente y juntos crean pura magia. La Novia del Corto, una canción inspirada en los comics de ese complejo aventurero, Corto Maltese, de Hugo Pratt, es la antesala de otra gran canción, La Rosa de Alejandría, un canto a la utopía, una invitación a aspirar a cualquier deseo con la máxima intensidad, “por más que la nombraba yo no entendía, ella buscaba La Rosa de Alejandría”. En está canción el grupo se luce especialmente y cuando acaba, Javier suelta aquello de “tremenda la banda”. Tras ello se entra en una parte más, digamos flamenca con Bulerías, donde canta acompañado sólo por guitarra y desgrana algunos fragmentos de un texto de Federico García Lorca. En esa misma tesitura musical hace la solemne y antibelicista Amada, con la emoción y sensibilidad justa “para llevarte a esos lugares imaginarios donde todas las pasiones se vuelven posibles”. Después la trilogía de Tierra, con intro preciosa de flauta, Pensión Triana y Ay Pelao, con toda la banda a tope, dejan el concierto en el punto más elevado. Con Pasara y con una demostración de la calidad individual de cada uno de los músicos se acaba el concierto. Posteriormente se le añadió el tema Tanguito que decidieron “incluirla para el público argentino”. En total una hora catorce minutos de disfrute. Poco más que decir. Casi mejor que sean las palabras de la propia Martirio las que definan el universo musical de este insustituible creador: “Las canciones de Pensión Triana, se han convertido en himnos, que todo el aforo canta y corea. Como se va a un oráculo del amor, la gente va a los conciertos de Javier a aprender cómo se dice para enamorar, como se describe el amor y cómo entran en el corazón la poesía y la música que inspira los más bellos sentimientos.” Quizá lo único que falta es que Javier nos diga donde está verdaderamente esa Pensión Triana. “La Pensión Triana cae a la vuelta de una esquina entre el arrabal de la memoria y el barrio de los sueños perdidos, donde mi otro yo sigue pasando los días felices de la bohemia y el malvivir de los músicos y los poetas.” ¡¡¡Pues allí nos vemos!!!
Pd: Javier está ahora inmerso en la postproducción de un disco que ha grabado en directo también y con sus canciones junto a la Orquesta Sinfónica de Córdoba. Seguro que será otro lujo.// www.javierruibal.com / Relacionados / Miguel Amorós.