Novalima
Novalima
Sala Salamandra. L’Hospitalet de Llobregat, Barcelona
5 de abril de 2009
Esperada actuación por un servidor a expensas de conocer como se puede exportar al escenario una producción del calibre de Coba Coba. Otra incógnita era saber qué respuesta daría el público a esta actuación de Novalima ya que gozan de cierta reputación a ambos lados del Atlántico y siendo la segunda vez que se presentaban en nuestro país.
Una pasada por delante de la sala minutos antes de la actuación, se intuía que el aforo no sería el esperado por la formación, en la culminación de su apretada gira que les ha llevado desde New York a Barcelona, pasando por nueve ciudades europeas en trece días.
Confirmados los augurios, se levantó el telón, y la formación al completo entonó las primeras notas ante un público que se fué acercando al escenario un tanto distante. Comienzo fuerte donde entonaron Ruperta y Libertá con ánimos de hacer gozar al respetable desde el principio.
Ya se podía apreciar que la sutileza sonora del estudio no siempre es aplicable al directo de la misma manera. Sin desentonar por encima de los demás instrumentos, la incorporación de sintetizadores y secuencias a un repertorio basado en la percusión de congas y cajones, no deslujo la obra, pero no se apreciaba la misma harmónia y equilibrio como en la grabación. Los puristas hubieran disfrutado a lo grande del talento que los percusionistas demostraron suprimiendo los acompañamientos electrónicos, pero los oídos más inquietos hemos encontrado en Novalima un equilibrio entre tradición y reivindicación en letras y sonidos y la ampliación hacia otros campos sonoros donde basslines, dub y la inclusión de beats más cercanos a los clubs de baile contemporáneos dan un aire más fresco a las composiciones.
Un repaso casi completo a Coba Coba y parte del anterior trabajo Afro durante aproximadamente dos horas transportó de manera irregular a un público por tradiciones como sacar camote con el pie, nos hicieron gozar con el Chinchivi por aquí y por allá, nos deleitaron con varios solos de percusión con más o menos fortuna y un zapateado del más veterano de la formación, hasta llegar al final del evento al son de Se me van los pies, Mayoral y de un tema inédito, Esta es mi tierra, reivindicando su Perú natal a golpe de saltos y movimientos de caderas.// Pablo Castro