Los Fulanos
Los Fulanos
“Live at Jamboree” Satélite K. 2016
Los Fulanos. Cuando vayas a escuchar el disco, llévate una muda porque vas a sudar la camiseta a base de bien ya que no vas a poder parar de bailar.
Yo siempre he pensado que cuando vayas a crear un proyecto (una empresa, un grupo musical, una marca…) el nombre que le vayas a dar es absolutamente fundamental a la hora del éxito de la misma. No determinante, por supuesto, pero sí fundamental. No puede ser que el otro día viera que un bar se llama “chochito”. En serio. Así, tal y como suena. “Bar el Chochito”. O ese otro que se hace llamar Dj OGT. ¿En serio pretendes triunfar con ese nombre? ¿En serio pretendes que te tomen en serio? Con todos mis respetos a su/s dueño/s, pero esos nombres me parecen desacertados cuanto menos. Y después de toda esta perorata, usted, querido lector, se preguntará a que viene eso si de lo que aquí se trata es de la reseña de un disco de boogaloo. Bueno, pues bromas aparte, todo esto era para decir que el grupo en cuestión tienen algo ya ganado nada más que con el nombre. Después tendrán que demostrar todo y más encima del escenario y en los discos. Pero ya van ganando. Empiezan la partida con un punto de ventaja. Los Fulanos. Buen nombre. Y con esta premisa, con un nombre molón que llama la atención, nos presentan estos barceloneses un disco en directo que va directo a hacer que no puedas dejar de mover las caderas. Y eso es precisamente lo que pretenden: que empapes de sudor tu camiseta (ellos piden que sean las bragas y los gayumbos) de tanto bailar.
El disco en cuestión se llama Live at Jamboree, y como puedes imaginar, es un disco grabado en directo en esta conocida sala de Barcelona que lleva años dando calidad musical a las noches de la ciudad condal y donde Los Fulanos han triunfado tras una residencia ya legendaria en 2014, convirtiéndola en su sala fetiche. En este elepé la banda pretende captar la tremenda energía que descargan en cada uno de sus conciertos, con esa mezcla de boogaloo, latin soul, funk y salsa. Es decir, lo que viene siendo la fusión de la música tradicional latina (una de las más completas que existen) con los ritmos negros. Diez trallazos musicales que se abren con Clap your hands, primer single y tema compuesto para la ocasión, que hará las delicias de la muchachada. Además rinden homenaje a unos cuantos grandes del género, como son Joe Bataan y su clásico Subway Joe, convertido en himno de la banda y que comienzan precisamente conminando a Barcelona a dar palmas, clap your hands!, parte importante del tema original; al percusionista Louie Ramirez, excepcional timbalero y vibrafonista, con su Feo pero sabroso y al gran Ray Charles con I believe to my soul, una balada rhythm’blues, sexy, elegante y, en este caso, descarada y divertida. Y hasta hacen “fulana”, trayéndosela a su terreno, You don’t love me, un blues de Chicago de Willie Cobbs y adaptada por Los Fulanos, con el que muestran destreza y descaro a la hora de romper clichés entre géneros musicales. Por si todo esto fuera poco para un solo disco, sacan a relucir temas inéditos como Little latin child, un latin funk trepidante con guiños a otra de las grandes bandas del género, la Fania AllStars; y Latin soul gentleman, un straight latin soul marca de la casa. Y completan el repertorio Kind of guy, You know what a mean y Manny.
Los Fulanos fue un sueño de Juan Carlos “Deliciosa Smith” Díaz, quien quiso crear una banda de Boogaloo. También están Guim García al saxo, Ivó Oller a la trompeta, Tom Jhonson en el trombón, Carlos Resyes “Compota” a las congas, Daniel Martí a la batería, además de Manuel Dabove al piano, Albert Sabater a las pailas y las colaboradoras de lujo para la ocasión Marian Barahona y Yasmina Azlor a los coros. El diseño gráfico corre a cargo del gran Txarly Brown y en la producción está Miguelito SuperStar, de la Fundación Tony Manero. Con tal elenco, es imposible que esto salga mal.
PD: Todo mi respeto a Bar el Chochito y Dj OGT. Cada uno hace de su capa un sayo y no soy yo quién para dilucidar si es correcta o acertada la decisión de elegir sus respectivos nombres. Los he cogido como ejemplos en tono irónico. +info | Relacionados | Alejandro López García – La Vuelta al Mundo en 80 Músicas