Da Vinci, el genio
Da Vinci, el genio
Hasta el próximo 2 de mayo, se puede visitar la exposición Da Vinci, el genio en el Centro de Arte Canal Isabel II, de Madrid. Coincidiendo con su inauguración a finales del año pasado, Eduardo Paniagua presentó la continuación de su aclamado L’Amore Mi Fa Sollazar (Pneuma, 2011), que ya comentamos en nuestra revista. En efecto, La viola organista (Pneuma, 2011) prosigue con la investigación que Paniagua lleva a cabo desde aquel añejo Concierto de Música Europea del siglo XV (Villamonte, 2000). El evento dio a conocer entonces el órgano de papel diseñado por el propio Leonardo Da Vinci, el cual volvería a desempolvar para otra exposición celebrada en la Biblioteca Nacional de Madrid durante el año 2003, Leonardo Da Vinci y la música.
Da Vinci, el genio incluye algunos de los instrumentos que creó el artista quien, además de pintor, poeta, arquitecto, ingeniero e inventor, era también un músico aficionado que experimentó a menudo con la fabricación de nuevos sonidos. Tal era su interés en la materia que desarrolló toda una teoría sobre las afinaciones y sus correspondencias psicosomáticas en el oyente, y diseñó otras propiedades sobre instrumentos de su época, a partir de variaciones técnicas. Sus aportaciones dieron por resultado nuevos timbres y modos de manipulación, los cuales puso a prueba por medio de ingenios como el citado órgano de papel, el órgano de mano, la lyra de braccio o la viola organista que da título a uno de los discos de Paniagua.
A partir de los esbozos y los apuntes que se han conservado de Leonardo Da Vinci (1452-1519), Eduardo Paniagua ha reconstruido tales instrumentos con la ayuda de varios luthiers de todo el mundo. Acompañándose para la ocasión por una pequeña banda de cámara renacentista –que incluye también laúd, vihuela, violas, flauta y percusiones de todo tipo–, Paniagua revisa en dichos álbumes los cancioneros de amigos personales de Leonardo y de otros músicos contemporáneos, como Johannes Tinctoris (1435-1511), Josquin Desprez (1450-1521), Bartolomeo Tromboncino (1470-1535) y los españoles Gabriel Mena, Juan del Enzina y Luis de Milán, entre otros. Curiosidades como las que muestra esta exposición ponen de manifiesto que el valor de un artista se mide cuando su genio brilla en artes muy diversas y áreas tan dispares, siendo sin ninguna duda la figura de Leonardo el prototipo universal de “hombre orquesta”. | + info | Relacionados | Iván Sánchez-Moreno