Apel·les Carod
“Abismes i flors” Microscopi, 2023
El compositor y violinista Apel·les Carod (Cambrils, 1989) puede presumir de ser el primer graduado en violín / jazz en España. Carod ha formado un cuarteto de música instrumental en que el violín emerge como solista en muchas ocasiones, pero el trío que le acompaña se permite entrelazar ambientes de jazz con otras músicas mediterráneas o incluso de inspiración barroca. Como ocurre con la mayoría de los músicos jóvenes, han estudiado jazz pero también música clásica. A Max Villavecchia (piano) y a Manel Fortià (contrabajo) los conocemos muy bien en esta web, y sabemos que en proyectos como Libérica del mismo Fortià, en que colabora Villavecchia, las fusiones están a la orden del día. A Josep Cordobés lo hemos escuchado en los proyectos de Alba Careta o de Martí Serra. Este Abismes i flors, tiene un aire bucólico, como su título indica. Ya en ese primer tema Irati (precioso lugar) los aires campestres, con las connotaciones folclóricas correspondientes nos trasladan de inmediato a esa belleza de parque de helechos.
Seguimos con I ser jo tots els arbres, música de película épica. En Els dies clars, Villavecchia prepara la entrada, totalmente minimalista y poco a poco el cuarteto dirigido por Carod ira construyendo la melodía. Son composiciones sin sobresaltos. Mientras escuchas el disco te sientes más cerca de una suave ladera en la montaña que no en ninguna sala de conciertos. Abismes i flors (que da título al disco) me hace dudar ante el sonido del violín (supongo que con efectos) es un tema que me puede acercar al jazz de los 80. El piano le acompaña en su periplo, la batería y el contrabajo por atrás nos desvelan secretos. Puedes escuchar a Villavecchia y a Fortià en un dúo muy interesante. Carod acaba cerrando con un acercamiento a folclores gitanos. Se m’emporta el riu, entrada del violín con tensión de tragedia griega, el piano pausa con su tranquilidad esa tensión y el contrabajo va creando una segunda manera de acercarnos al cuarteto. En ocasiones como esta el violín no está tan lejos de lo que sugeriría un saxo soprano o una flauta. Mar de nit, la negritud nos envuelve, mientras Carod explica una historia que podría explicar Mary Shelley, sus compañeros trabajan al unísono para que el ambiente sea el propicio. Música muy bella.
La tempesta dins el pit, como puedes observar, los títulos remarcan el sentimiento oscuro de toda la obra. No me malinterpretes, oscuro en cuanto a temática, la música aunque no es alegre, te invita a relajarte y descubrir matices que la hacen original y bella. En la segunda parte del tema vuelves a tener otro dúo intenso, ahora se trata de piano y batería. Cel rogent es el último tema, de nuevo es fácil, escuchándolo, imaginarte la escena, ese atardecer con el sol de un rojo intenso que solo se consigue dónde no hay polución, buen momento para que Fortià nos muestre su manera tan peculiar de hacer hablar al contrabajo. + info