Pepe Zaragoza 5et ♯ 2
“La cala de l’encís” SedaJazz Records, 2020
Hace unos días os hablé de este compositor y trompetista valenciano por su participación en El Vall de les Muses de su paisano Manolo Valls. Este es el segundo trabajo del quinteto de Pepe Zaragoza, que mantiene a Toni Saigi al piano y Joan Saldaña a los saxos, pero cambia la sección rítmica. Incorpora a dos músicos bien conocidos por los aficionados a esta web, Bori Albero al contrabajo y Roger Gutiérrez a la batería. Con la participación del contrabajista Miquel Álvarez en el último tema (del cual también es autor) el resto son composiciones de Zaragoza. Si te parece nos adentramos en La cala de l’encís. Del Mascaret al racó No tardamos ni un minuto en encontrar detalles del contrabajo que nos recuerdan a la línea de bajo de A love supreme, pero como si quisieran despistarnos los vientos y el piano de Saigi se acercan a un jazz latino lleno de aromas muy atractivos. Seguimos con La conexió, empieza Saigi con una cadencia repetitiva, Gutiérrez marca con su redoble el paso místico del desfile, (aplausos) y, ¡adelante una procesión! sin religión, solo con la música como estandarte. Un tema precioso que vuelve a conseguir que el jazz hecho en nuestro país tenga unas características diferentes. La cala de l’encís. Tema que da título al trabajo y que dispone de más de siete minutos para pasear por espacios diferentes, en un principio vuelve a recordarme los vientos latinos (Paquito D’Ribera y Claudio Roditi) después el solo de Zaragoza perfectamente acompañado por la sección rítmica nos habla de la libertad del jazz para pasear sin fronteras. Gutiérrez va subiendo la intensidad de su pegada y abre espacio para que el piano de Saigi nos muestre detenidamente la belleza de la cala y su juego de suaves olas. Back to the past, hard bop, frases repetidas, dos vientos que se transforman en uno solo cuando quieren, solos precisos con sección rítmica en su papel bien definido, libertad para improvisar. De cop i volta, pues eso, que de repente el piano de Saigi se vuelve folclórico recogiendo destellos de música mediterráneas y ofreciéndoselas al quinteto para que juegue con ellas, Saldaña al soprano y después Zaragoza a la trompeta en dos solos magníficos (ganas de escucharlo en vivo) El siguiente tema es Catedònia, vuelve a retomar ideas del primer tema (o me lo parece a mí) magnífico trabajo del trio base, no solo cuándo están solos sino también cuando dan soporte al quinteto. Allà on és, una trompeta que sostiene un velo arriba del todo, que todavía no sabemos que es lo que cubre. Las dos manos de Saigi juegan a destaparlo, trompeta y saxo perfectamente unidos vuelven a acercarnos a la mística y Gutiérrez vuelve a remarcarlo, el contrabajo de Albero en segundo plano pero imprescindible para entenderlo. Y para cerrar Habitación 109, como comentaba al principio un tema del contrabajista Miquel Álvarez que pasa a substituir a Albero para defender su composición. Entrada del trio con un swing muy bonito que mantendrá el quinteto. El contrabajo es el conductor del tema todo el tiempo pero el resto del quinteto goza de suficiente espacio para aportar sus ideas. Un disco muy potente que vuelve a confirmar el excelente momento que está viviendo el jazz hecho en el País Valencià. + info |