David Krakauer & Kathleen Tagg
“Breath & Hammer” Table Pounding, 2020
Uno vuelve relajado después del periodo estival y lo primero que encuentra en sus novedades musicales es esta bomba de relojería. David Krakauer es un clarinetista reconocido entre los amantes de la música clásica y Klezmer (música de los judíos de Europa Oriental) y Kathleen Tagg es una compositora y pianista sudafricana de música clásica e instrumental, tienen un sello en común Table Pounding records y con el acaban de lanzar este disco que aunque por supuesto que tiene ese aire Klezmer de que hablamos, podemos etiquetarlo de jazz y creo que puede interesar a cualquier lector de esta web. Al escuchar el disco lo primero que sorprende es la gran cantidad de sonidos diferentes a pesar de que solo usen dos instrumentos, clarinete y piano. Como explican los autores, esto se debe a la manera de trabajar por capas de sonidos que se superponen y la gran variedad de efectos que consigue sobe todo Kagg con los teclados y samplers de diferentes autores. Pero vamos con el disco, empiezan con The Geyser un tema propio que me recuerda inmediatamente a aquella maravilla que formó Don Byron “Plays the music of Mickey Katz, Elektra 1993. Lógico ya que Byron toca el clarinete y Katz es uno de los compositores judíos más importantes. En el segundo tema November 22, se produce un giro la composición es de Kinan Azme un clarinetista sirio de mucho peso en la música contemporánea, los arreglos son de Tagg y ha sabido crear la tensión necesaria para que el tema te atrape sin remedio. Un desarrollo largo que no te dejará indiferente, sigue manteniendo el espíritu Klezmer del primer tema pero la libertad del jazz ya está presente. Shron, cambio radical ahora es el percusionista cubano Roberto Rodríguez el que fusiona Klezmer con la música de su país, no me preguntes como consigue Tagg esas percusiones porque yo tampoco lo entiendo. Parcial es un tema de John Zorn (seguramente ya lo has reconocido) y a estas alturas empiezo a pensar que todos los compositores deben ser judíos (no puedo afirmarlo, pero ya sabes la afición que tiene Zorn a reclutar a sus paisanos) los admiradores de Zorn ya sabéis de su complejidad, no temáis, Tagg respeta al saxofonista pero vuelve a conseguir con sus arreglos que lo difícil vuelva a parecer fácil sin dejar de ser complejo. Ratun down the road es un tema de Krakauer, dónde el clarinete (creo que bajo) toma todo el protagonismo, prácticamente un solo de 4 minutos con detallitos que ayudan pero toda una demostración de creatividad y de apostar por el riesgo, muy potente. Demon choper es un tema del acordeonista Rob Curto como especialista en Forró, todos los tambores brasileños se lanzan a intentar arrancarte del sillón y a elevarte en espirales increíbles. Vuelve Zorn con Ebuhuel, y aquí sí que aparece el Zorn Punk, el piano de Tagg arranca irreverente como una Mira Melford, aun que enseguida el clarinete de Krakauer endulza el asunto para ir poco a poco acercándose de nuevo al sonido Zorn (Game calls) El siguiente tema es Moldavian Journey del gran compositor Emil Kroitor, en esta ocasión la música de Moldavia no reconoce etnias, simplemente espacios geográficos y es inevitable que toda la música que has escuchado a los grandes compositores de los Balcanes se amontonen en tu cerebro para traerte recuerdos sonoros y cinematográficos. Un tema que han respetado pero que también han sabido vestir con ropas curiosas que le sientan perfectamente. Para terminar Berimbau, en homenaje al instrumento de percusión africano, Kathleen Tagg ha compuesto este tema y (vuelvo a interrogarme sin respuesta) con su piano (y otros efectos) te lleva directamente al continente africano. Un disco que ya está dando que hablar y un directo (como podrás ver en el video) que con los efectos del artista sonoro Jesse Gilbert debe resultar toda una experiencia. Por desgracia, una vez más, a los promotores de este país se les ha escapado. + info